Las exigencias del mercado mundial de carnes han cambiado en los últimos años, si se consideran los requerimientos ambientales, de bienestar animal, estatus sanitario, seguridad alimentaria, calidad intrínseca del producto, consistencia, diferenciación, continuidad de oferta del producto, atributos y opciones culinarias, salud pública, entre otros. En este contexto, la agenda de prospectiva de investigación y desarrollo tecnológica para la cadena ovina caprina realizada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), prioriza en la carne como producto de un gran potencial de mercado, indicando que la carne ovina se presenta al mercado de acuerdo a las características exigidas en canal, media canal, cortes (trozos), fresca, refrigerada, congelada, deshuesada o con hueso. Para ello, y para un tiempo de estudio de 12 meses, se tomaron muestras de ovino predominantes en la región de influencia (machos enteros), resultantes de múltiples cruces ente la de raza Corriedale y Romney Marsh, haciendo la distinción que las razas no son consideradas como puras y que se pueden considerar como criollas procedentes de la ecorregión de García Rovira. Se partieron con 48 animales después del destete que fueron confinados en fincas de productores perteneciente a la asociación beneficiaria (CEPROGAR y ASOGAR), con el fin de evitar la mayor interferencia por las condiciones edafoclimáticas. Asimismo, no se insertó ningún tipo de modificación al sistema de producción que se tiene actualmente (pastoreo).