Lester Thurow, en su ya conocido trabajo El Futuro del Capitalismo, dedica buena parte de sus reflexiones a la explicación de cómo el conocimiento se ha convertido hoy en el principal factor de desarrollo, para todos los pueblos del planeta. La emergencia del conocimiento como componente determinante del desarrollo constituye una de las principales características de la globalización, en la cual se desenvuelve el destino de las naciones en el mundo presente. No es posible, sin embargo, hablar de globalización sin referirse de manera específica al tema de región. Todos los procesos económicos, sociales y culturales, asociados a la consecución de las condiciones necesarias pan garantizar el bienestar de los pueblos encuentran su materialización en un lugar específico de algún territorio. Tal vez eso explique el porqué, con mayor frecuencia, se oye de la especialización del desarrollo como reflejo de la necesidad de ubicar las acciones económicas, sociales o culturales, en sitios concretos de un país, de una provincia o departamento, o de una región. Aún más, hoy es un hecho conocido que el futuro de las naciones está ligado a la capacidad que estas tengan para conquistar mayores y mejores niveles de competitividad; y aquí entendemos competitividad no sólo desde la perspectiva económica, sino igualmente social.