El presente artículo propone, esquemáticamente, algunas bases metodológicas para planificar el avance científico-tecnológico. Como supuesto central se plantea que la definición y ejecución de una política de ciencia y tecnología debe responder a las necesidades sociales prioritarias. Por lo tanto, el primer paso y prerrequisito para hacer una política eficaz y coherente, es lo realización de un inventario completo de estas necesidades con el fin de lograr una interpretación de lo realidad socio-económica. Este objetivo requiere, entre otras cosas, de un esfuerzo investigativo sobre el comportamiento tecnológico de los empresarios (usuarios importantes de ciencia y tecnología) y en particular, sobre su .respuesta a medidas que afectan la disponibilidad o los precios de los factores de producción. El segundo paso consiste en identificar prioridades, áreas críticos de acción y objetivos para configurar, a la luz de criterios ético-políticos, una imagen presente y futura de la sociedad. De esta forma se hace posible identificar los principales obstáculos y problemas que encuentra el desarrollo de una política dentífica y tecnológica. El tercer paso es el conocimiento y evaluación de los instrumentos y mecanismos, directos o indirectos, que el Estado tiene a su disposición con el propósito de elaborar una matriz de los mismos y ver los efectos científico-técnicos que puedan alcanzarse con cada uno de ellos. Esto hará posible la formulación de programas específicos de ciencia y tecnología (relevantes, coherentes y operacionales) y la asignación racional de los recursos presupuestoles. En tal orden de ideas, el autor propone algunos programas nocionales para los países latinoamericanos en las áreas de nutrición, recursos energéticos, salud y dinámica social de la población. Finalmente, señala. que sólo después de plantear los problemas materiales y sociales de Latinoamérica en términos tecnológicos será posible lograr una ciencia con dinámica propia y creativa.